Escucha el Sosténer

2Sam. 22:37   Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.

Haciendo senderismo en los Apalaches hace mas de una década, mi pie resbaló. Sabía que algo había ido terriblemente mal. Sentí un dolor intenso. Mi tobillo se había roto. El sendero de los Apalaches es un sendero 2.160 kilómetros que se extiende desde Nueva Inglaterra en la frontera canadiense hasta el final en Georgia en el sur. Todo lo que se necesitaba en larga senda era un pequeño desliz de concentración y un poco de falta de atención y tu pie se desliza. Nos olvidamos de la maravilla de la Providencia – esa hermosa doctrina de que Dios está constantemente sosteniendo su universo. Él no es un relojero ciego que ha apartado de su mesa de trabajo.

¿Cómo definirías un milagro? Algunos lo definen como «una intervención directa de Dios en el mundo.» Esta definición es poco útil, ya que implica que Dios sólo interviene de vez en cuando.

Un milagro es un tipo de actividad menos común de Dios en la que despierta admiración y asombro de la gente y da testimonio de sí mismo.

Esta Cuaresma escucha el sostener de este gran coro de la Providencia de Dios. Recobra Asombro. La Creación vibra con maravilla de su Creador.

Ese viernes, hace tantos años, en la cruz Jesús se deslizo de ser consciente a inconciencia y el olvido. En ese mismo momento nosotros deslizamos de la oscuridad hacia la luz. El auto-sacrificio de Jesús asegura nuestro eterno asombro y admiración.

Dias de Asombro

Gen. 2:7 Entonces El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. 16 Y mandó El Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Shmuel Agnon, el ganador del premio Nobel de Literatura, una vez se le preguntó si el judaísmo tenia algo como la Cuaresma. ¿Acaso se practica 40 días de ayuno? No eso no ocurría. Pero algo maravilloso y asombroso pasa cada año nuevo (Rosh Hashanah) hasta el dia de propiciación (Yom Kippur). Diez dias de Asombro. Después de una pausa y pensar él respondió: «Sí, los Dias de Asombro.»

En muchas iglesias la periodo de resurrección y Cuaresma comienza con el ministro diciendo aquellas antiguas palabras: «Recuerda que somos polvo y al polvo volveremos.» La Cuaresma nos recuerda nuestra de mortalidad. Más importante, Cuaresma restaura en nosotros un sentido de la maravilla y asombro.

Cuando Dios hizo a la humanidad, él tomó el polvo sin vida, cósmica y exánime y dio vida. Nos convirtió en almas vivientes. Cuando le dimos nuestra espalda, elegimos la entropía, el polvo y la nada. Dios no nos dejaría a la muerte, sino que se convirtió en uno de nosotros, incluso a la muerte y tal muerte de cruz. Es en la Cuaresma que recordemos que Dios, que da vida, dio su vida para que nunca tendríamos que volver al polvo de donde venimos.

Que estos días de Cuaresma sea días de maravilla y asombro …