Determinación

Isaias 50:7 Porque Jehová el Señor me ayudará,
por tanto no me avergoncé;
por eso puse mi rostro como un pedernal,
y sé que no seré avergonzado.

Lucas 9:51   Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

Nuestra expectativa del futuro determina la forma en que lo enfrentaremos. ¿Cómo afrontarías el futuro si supieras lo que realmente te esperase a la vuelta de la esquina invisible del tiempo? La esperanza es algo que pertenece únicamente a los seres humanos. Jesús sabía bien lo que le esperaba en este viaje a Jerusalén (mira a Marcos capítulo 9 y siguientes, Juan 11 y siguientes, Lucas 9 y siguientes, o Mateo 16 y siguientes). Si Él fuera a Jerusalén, que resultaría en un futuro inevitable: tu perdón, Su muerte.

Determinación (mira hacia adelante)

Israel había esperado mucho tiempo a un libertador. Ellos esperaban un Mesías para rescatarlos; como sería este rescate nadie sabía. ¿Sería libertad religiosa? Una nueva interpretación definitiva en la religión? ¿Sería la libertad política? Una libertad de la opresión y la agresión extranjera? ¿Sería la libertad social? ¿Serían libres de la miseria y la necesidad?

La belleza de la Encarnación es que deja a todos los esquemas anteriores del Mesías en trizas. El rescate de Jesús sería tal que el mundo jamás había visto. Los sueños de libertad religiosa, política o social solo serían meros aperitivos para la grandeza del milagro que Jesús iba a cumplir en Jerusalén.

El entrenador Vince Lombardi comentó una vez: «La diferencia entre una persona de éxito y otros no es una falta de fuerza, ni una falta de conocimiento, sino más bien una falta de voluntad.» El rescate de Jesús es increíble porque sólo Él tenía la voluntad de decir «Padre, no se haga mi voluntad sino la tuya.»

Determinado (mira hacia atrás)

La única manera de tener la firme determinación de hacer frente al futuro y abrazarlo es mirar hacia atrás. Mira hacia atrás y veras la historia de la gracia implacable que te perseguir. Pascua es la historia de que mucho antes de lo que conocieras y amases a Dios, y Él te conoció y amo.