Nuestras Vidas le Pertenecen

¿Cuántos de nosotros hemos viajado a Hawái? Yo diría que pocos. ¿Cuántos de nosotros sabemos o conocemos de un ser querido que haya sufrido de cáncer? Mi conjetura es casi todos nosotros. No hay nada nos otorgue más solidaridad con nuestros compañeros humanos que nuestra mortalidad. Nuestras vidas no nos pertenecen. Nuestras vidas le pertenecen a el.

Éxodo 11:5 5 y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras el molino, y todo primogénito de las bestias.

Lea Éxodo 11:1-10

Benjamin Franklin una vez comentó: «En este mundo nada se puede decir que sea seguro, excepto la muerte y los impuestos.» (Benjamin Franklin, en una carta a Jean-Baptiste Leroy, 1789)

Acaban de acontecer 9 de las 10 plagas en la historia del éxodo. Aún Faraón no cederá. De alguna manera, el privilegio, las diferencias, y las circunstancias impiden al Faraón identificarse con la esclavitud de los hebreos y el sufrimiento de su propio pueblo egipcio.

Desde el comienzo de la escritura hebrea hemos visto las consecuencias naturales de romper el corazón de Dios: la rompimiento de nosotros mismos y de nuestro mundo.

Dios promete que estos procesos de mortalidad pueden invertirse. Él es el Señor de la Vida. Toda la vida le pertenece a él. Él protegerá a aquellos que reconocen su Señorío y recurren a él. Dejemos de tratar de ser «señores de nuestras vidas.» Esta forma de vivir nuestras vidas llevo a la muerte de Jesús. [Matamos] al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos..” (Hechos 3:15)

Es este humilde arrepentimiento que deshace las ataduras de la muerte y crea una nueva solidaridad y una nueva humanidad. No hay nada más liberador que reconocer que la vida pertenece a Dios. Como tal, él cuidará de su creación. Cualquiera que sea la presión o afanes que enfrentan tu vida hoy: Recuerda que tu vida es de Él. Él te protegerá.

Que esta verdad nos lleve a humildad, una nueva solidaridad y paz en vida diaria.